Crece el mercado negro de nombres

Dominios de Internet que se registran gratuitamente y se venden por millones de dólares, pedidos de rescate para devolver direcciones web y desvío de clientes. El comercio (turbio) en la red, por detrás del «.com».

Un pequeño artefacto para acceder a los partidos del domingo y a los canales condicionados sin pagar el adicional a la compañía de cable, activación de celulares «usados», películas en DVD que todavía están en las carteleras de los cines. No es sólo viveza criolla: para cada novedad en comunicación o tecnología, surgió un negocio paralelo. En Internet, igual: desde tiempos más o menos remotos existe un mercado de dominios de páginas web en donde un simple nombre finalizado en «.com» es vendido por millones al mejor postor. Según el Wall Street Journal, durante 2005 en los Estados Unidos la práctica movió 11 millones y medio de dólares, casi el triple que durante el año anterior. Pero ¿cómo se llega a convertir un nombre virtual en un bien tan preciado? «El negocio se vio favorecido por la gratuidad del registro, su total automatización y la falta de verificación de los datos aportados por los solicitantes», opina María del Rosario Millé, abogada especialista en dominios.

El control no es nada sencillo, teniendo en cuenta que para registrar cualquier dominio alcanza con entrar a la página web correspondiente (pertenecientes a entidades que tienen la función de aprobar la creación de nuevos .com, pero que se advierten exentos de actuar como árbitros entre usuarios que se disputen el registro) y completar un formulario online. En nuestro país, el Network Information Center (NIC), un ente que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, administra los nombres siguiendo siete pasos, suficientes para que, sin costo alguno y durante un año, ese nombre.com.ar se convierta en propiedad privada.

Si bien desde NIC Argentina indican que no aceptan «solicitudes de nombres de dominios que puedan confundirse con los correspondientes a instituciones o dependencias del Estado u Organismos Internacionales», ni «registros ya existentes», el mercado paralelo se divierte burlando esas máximas. Sencillo: el derecho al dominio caduca a los doce meses y hay quienes están atentos a eso y registran como propios aquellos nombres que algún distraído olvidó renovar para luego pedir un rescate a cambio de la devolución. Claro que la no caducidad no es la solución, porque hasta fines de 2005, cuando el régimen no tenía fecha de vencimiento, el negocio era registrar nombres «con vista a futuro» ( ¡alcanza con ingresar a las páginas de compras y ventas por Internet para encontrar una amplia gama de opciones disponibles a muy variados precios!), esperando que alguna empresa se interesara en hacerlo propio y «ofrecérselo» a precios elevados.

También operan en ese mercado los que hacen propios nombres similares a otros con el objetivo de despistar a su clientela. Un ejemplo ilustrativo es el caso que involucró a «El Noble Repulgue». Sucede que alguien registró su nomenclatura insinuando que se trataba de un sitio para promocionar talleres de costura gratuitos (de allí lo de «noble» y lo de «repulgue»). Si bien la casa de empanadas contaba con un dominio .com.ar y el considerado costurero lo había registrado como .com, se lo acusaba de utilizar ese sitio para desviar los clientes.

En la Argentina es poco común que los casos de usurpación de dominio lleguen a juicio. Por lo general, un acuerdo previo entre las partes resuelve el conflicto que, al menos aquí, suele limitarse a la devolución del nombre. «Sería muy conveniente para evitar este tipo de situaciones, la implementación de un sistema de solución de controversias extrajudicial como hay para los dominios genéricos, el arancelamiento de la inscripción y de la renovación y ratificación de los datos aportados al momento de la solicitud», propone Millé para terminar con un negocio que si bien en Argentina alcanzó su máximo desarrollo hace dos años y luego descendió, a nivel internacional continúa en alza.

http://www.clarin.com/diario/2006/06/06/conexiones/t-01209909.htm

1 comentario en “Crece el mercado negro de nombres”

  1. Ok, igualmente los dominios que pueden ser vendidos por millones de dolares no son tantos.

    Por la cantidad de dominios que hay registrados, si solo se revenden por 11 millones de dolares, no parece ser un gran numero en promedio.

    El negocio de los dominios murio hace muchos años cuando registraron todos los .com

    Me parece que ahora hay una politica de querer arancelar los dominios.com.ar sin importar el funcionamiento del sistema o el metodo.

    Solo van a lograr que del exterior compren todos los «huecos» .com.ar que existan. Solo los extranjeros con su 3 a 1 podran comprar grandes cantidades de .com.ar y muchos usuarios argentinos veran desaparecer sus dominios.com.ar. (Phising, vencimientos, etc)

    Debrian consultar quiza en gente que pueda asesorarlos y quien registre dominios hace años y este actualizado para no fabricar en el 2006 una politica vieja y obsoleta.

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