Sin campamento piquetero – A pesar de que alcanzaron a instalar algunas carpas sobre Avenida de Mayo, esta noche decidieron levantar la medida tras una reunión con funcionarios
Piqueteros de diversas agrupaciones decidieron levantar el campamento que armaron frente a la sede del gobierno porteño tras una reunión con funcionarios.
Antes, una fiscalía libró una orden de desalojo en medio de un fuerte dispositivo de seguridad que incluyó que el edificio esté virtualmente rodeado por dos cordones policiales.
En diálogo, Leonardo Furman, dirigente del Polo Obrero Capital, denunció una «provocación absoluta» el dispositivo de seguridad impuesto para controlar la manifestación.
Un grupo de delegados se reunió desde poco antes de las 19.30 con funcionarios del gobierno porteño.
«Denunciamos discriminación y provocación armada para dispersar la manifestación», había arremetido Furman durante la tarde.
Diversos grupos se manifestaron en reclamo del mantenimiento de planes sociales que administra el gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Pese al reclamo del presidente Néstor Kirchner para que cesen las protestas «piqueteriles», distintas agrupaciones realizaron hoy una nueva jornada de reclamo.
En Puente Pueyrredón
Agrupaciones de desocupados cortaron parcialmente el tránsito en el puente Pueyrredón, que une la Capital con el sur del Gran Buenos Aires, al cumplirse 35 meses de los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán.
El tránsito circuló con demoras, aunque estaban habilitadas la bajada hacia la avenida Hipólito Yrigoyen, ex Pavón, y la subida por ésta hacia Capital.
Los piqueteros pertenecían al Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (MTD), en el que militaban los jóvenes asesinados el 26 de junio de 2002, el Frente de Trabajadores Desocupados Darío Santillán (FTDS) y el MTD Florencio Varela, entre otros.
El martes pasado, Kirchner había pedido a los piqueteros que desistieran de cortar calles para no quitarles el derecho a «otros argentinos que también sufren».
El pedido presidencial provocó la reacción de los líderes de varias agrupaciones piqueteras y cosechó apoyos entre funcionarios y miembros del oficialismo.