Mercado online – Una billetera en el celular

Cámara fotográfica, reproductor de música, minitelevisor… ¿Queda alguna función por agregarle al teléfono celular? Sí, la de billetera.
Después de todo, si más de la cuarta parte de la población del planeta porta teléfonos celulares y esa cifra aumenta de a cientos de millones por año. ¿Para qué tener tarjeta de débito o de crédito si un móvil puede cumplir la misma función con idéntica eficacia?
En el nivel más elemental, lo único que se necesita es incluir en el teléfono un chip de radio de corto alcance para que transmita la información de la tarjeta a una terminal en la caja registradora de la tienda.

Esto ya existe en Japón, donde NTT Docomo Inc . dice que 3 millones de usuarios de teléfonos celulares utilizan su servicio billetera móvil para comprar en 20.000 tiendas y máquinas expendedoras.

Algo parecido podría ser inminente en Estados Unidos y Europa. Mastercard International Inc . ensaya versiones telefónicas de su tecnología de pagos a distancia Pay Pass desde 2003 y podría iniciar un ensayo amplio de mercado el año próximo.

Pero hay versiones más ambiciosas en el tablero de diseño, que ven en el teléfono celular un nuevo punto central para la administración de las finanzas personales. El teléfono reemplazaría no sólo a la tarjeta sino también a la billetera, la chequera, los portales de internet y los servicios de pago de cuentas.

Aunque los actores protagónicos de la banca occidental todavía no aceptan este concepto y algunos dudan de su atractivo para el consumidor, la idea ha despertado interés en varios lugares del mundo.

Transacciones rápidas

Una pequeña compañía tecnológica llamada C-Sam Inc lanzó recientemente su producto OneWallet, una plataforma para teléfono celular, con grandes empresas en Emiratos Arabes Unidos, la India y Japón.

Directivos de la empresa con sede en Chicago afirmaron que están a punto de asociarse con uno de los bancos más grandes de Estados Unidos y uno de los mayores emisores de tarjetas de crédito para tiendas para ensayar la plataforma, que permite manejar varias cuentas y transacciones desde el teléfono celular.

En Emiratos Arabes Unidos, OneWallet es promocionado en la enorme comunidad de trabajadores de la India, que habitualmente envía dinero a sus familias. Hasta el presente hay unos 400 usuarios.

Si bien parece sensato reunir todas las transacciones financieras en un artefacto que uno lleva consigo en todo momento, las grandes compañías emisoras de tarjetas no ven en el teléfono un centro neurálgico para la administración de las finanzas. El objetivo principal de las compañías de tarjetas es estimular el gasto -y las transacciones con el plástico- al hacer del teléfono un medio rápido de pago desde una sola cuenta.

«Se han exagerado los beneficios de tener en el teléfono una billetera con muchas tarjetas», dijo Murdo Munro, un directivo de Mastercard. «Si el consumidor tiene que iniciar una aplicación en el teléfono, pasar por cuatro o cinco menús y luego elegir una tarjeta para hacer el pago, eso es mucho más lento y menos conveniente que sacar una tarjeta de la billetera».

El sistema PayPass apuna a facilitar ese paso. Se inserta un número de tarjeta de crédito en un chip que se activa pasándolo frente a un lector, con lo cual la veta es más rápida que si se entrega la tarjeta al comerciante o se la pasa por un aparato.

Esa tecnología ya está cobrando impulso en Estados Unidos sin ser instalada en teléfonos: en mayo, JPMorgan Chase anunció su plan de lanzar al mercado tarjetas Visa y MasterCard con un chip de radio. Grandes comercios como McDonald ´s ya están instalando terminales de radio frente a los cuales los clientes pueden activar sus novedosas tarjetas de plástico.

Pero el fundador de C-Sam, Sam Pitroda, un empresario indio de las telecomunicaciones que viene de una familia pobre y se hizo rico, ve en la billetera celular un medio para dar poder de compra a las masas en los mercados emergentes y una bonanza futura para las instituciones financieras, las compañías telefónicas y el comercio minorista.

«Hay 1.800 millones de usuarios de teléfonos celulares, pero no hay 1.800 millones de cuentas corrientes bancarias», dijo Pitroda. «El potencial para los bancos es enorme si logran que más gente abra cuentas, siquiera por 50 o 100 dólares».

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